El control de gestión, se presenta en la
administración general, como un instrumento al alcance de gestores y directores
de los departamentos que permite conocer de primera mano, y de una forma
precisa, los resultados de actuaciones y establecer las oportunas correcciones
cuando éstos se desvíen de las metas prefijadas de antemano, aunado a ello
forma parte del proceso administrativos junto con la planeación, organización y
dirección, y lo que la precede.
Facilita la delegación y el trabajo en
equipo, la tendencia contemporánea hacia la administración participativa
también aumenta la necesidad de delegar autoridad y de fomentar que los
empleados trabajen juntos en equipo.
Es el enlace final en la cadena funcional de las actividades de administración y es la única forma como los gerentes saben si las metas organizacionales se están cumpliendo o no y por qué si o por qué no, el valor específico de la función de control, sin embargo, radica en su relación con la planificación y delegación de actividades.
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